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Claves para asegurar la calidad e inocuidad de las materias primas alimenticias para la nutrición animal

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Los alimentos pueden ser vectores de transmisión de múltiples agentes microbiológicos que comprometen seriamente la salud de las personas, de hecho, se calcula que las enfermedades diarreicas generadas por el agua y los alimentos ocasionan la muerte de más de dos millones de personas al año en países en vía de desarrollo. Por eso los consumidores han comenzado a exigir cada vez más información sobre cómo se producen, elaboran y manipulan los alimentos.

El comercio internacional de alimentos frescos y procesados está creciendo de forma exponencial y los problemas de inocuidad traspasan fronteras y requieren de colaboración internacional y del compromiso de todos, por eso desde la década de los 80 se han venido definiendo criterios para identificar, disminuir y controlar los factores de riesgo que se generan en cada uno de los eslabones de la cadena productiva, incluida la fabricación y el procesamiento de materias primas.

Implementar un sistema de gestión de inocuidad no solo impacta en el bienestar de los consumidores, también ha permitido que los productores aumenten el período de vida útil y la producción, disminuyan pérdidas, ganen reconocimiento y credibilidad, aseguren la competitividad, logren la estandarización de procesos y mejoras contínuas y participen en mercados internacionales. Hablemos, pues, sobre las claves para asegurar la calidad e inocuidad de las materias primas alimenticias para la nutrición animal.

Sistemas, normas y buenas prácticas para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos 

Antes de profundizar en las claves que han convertido a Dicoal en un referente de calidad e inocuidad de materias primas alimenticias, revisemos los principales sistemas públicos y privados y las principales normas y buenas prácticas que se han desarrollado e implementado a escala nacional e internacional para asegurar la calidad e inocuidad de los productos agrícolas y de los alimentos en general.

Las Buenas Prácticas Agrícolas o Good Agricultural Practices (BPA/GAP), orientadas a identificar y controlar peligros mejorando los métodos de producción y co-creando una mentalidad de prevención para proteger el suelo, el agua, el animal y la salud de las personas en todas las fases de producción, desde la selección del terreno hasta la venta del producto.

Los sistemas de Manejo Integrado de Cultivos (MIC) y Manejo Integrado de Plagas (MIP), orientados a controlar plagas y enfermedades a través del control químico, mecánico, biológico y del cultivo combinando el uso de productos fitosanitarios, organismos beneficiosos y prácticas culturales como barreras físicas, fertiirrigación y selección varietal.

Las Buenas Prácticas de Manufactura o Buenas Prácticas de Fabricación (BPM/BPF), orientadas a prevenir y controlar los peligros que comprometen la inocuidad considerando un mínimo impacto en la salud y el medioambiente y asegurando que la  materia prima que entre a la planta elaboradora sea inocua y se mantenga así.

El programa de SSOP (Sanitation Standard Operating Procedures) es parte de las BPM y debe contener procedimientos de limpieza y desinfección, frecuencia para la ejecución de cada procedimiento, vigilancia diaria, evaluación de la efectividad y toma de acciones correctivas cuando el caso lo amerite.

Las Buenas Prácticas de Higiene (BPH), orientadas a obtener condiciones sanitarias adecuadas en las instalaciones, los vehículos y transportes, los depósitos, el instrumental de trabajo, la vestimenta y sanidad del personal, la recepción de materias primas, la higiene en la elaboración y almacenaje de los alimentos.

El sistema HACCP (del inglés Hazard Analysis and Critical Control Point), un procedimiento que se basa en un sistema de ingeniería llamado “Análisis de Fallas, Modos y Efectos”, donde se observan los errores que pueden surgir en cada etapa de proceso más sus posibles causas y efectos para abordar la seguridad alimentaria desde un punto de vista global. 

El sistema de gestión de la inocuidad de los alimentos (SGI)  involucra planes preventivos divididos en estas cuatro áreas principales: 

HACCP, proceso sistemático preventivo enfocada en la prevención de adulteración no intencional al alimento

TACCP, enfocada en la prevención de adulteración intencional basada en amenazas ideológicas o malintencionadas

VACCP, enfocada  en la prevención de adulteración intencional  basada  en vulnerabilidades propias de la empresa

CONTROL DE ALÉRGENOS, enfocada en la prevención de la ingesta del alimento por parte de consumidor alérgico e intolerante.

Lineamientos y aspectos que aseguran la calidad e inocuidad de las materias primas

La inocuidad empieza con la producción primaria en granja o campo o piscina de hidrobiológicos y pasa por la manufactura y procesamiento hasta llegar al consumidor final. Por eso es importante garantizar la inocuidad de las materias primas e insumos con buenas prácticas de manufactura, gestión de sistemas de calidad, mantenimiento preventivo, capacitación y entrenamiento, gestión de cadena de suministros, control de procesos y buenas prácticas de almacenamiento y distribución.

Seleccionar y controlar correctamente las materias primas permite establecer sus estándares de calidad higiénico sanitaria, nutricional y legal considerando las circunstancias alrededor del alimento como su composición y su procesamiento, las características del mismo como los nutrientes y la estructura biológica,  los agentes etiológicos como los venenos químicos y los antinutrientes. Es clave contar con un laboratorio interno para realizar estos controles desde el inicio.

Calidad e inocuidad de las materias primas para la alimentación animal 

Hasta finales del siglo XX, el criterio que reinaba era de costo-eficiencia y se basaba en la abundancia de recursos naturales y en la capacidad tecnológica para producir y almacenar con escasa o nula regulación pública y privada. Sin embargo, algunos eventos sanitarios han marcado puntos de inflexión, la sociedad civil empezó a percibir riesgos y aparecieron nuevas exigencias y regulaciones en torno a la trazabilidad, el riesgo y el aseguramiento de la calidad. 

La industria entendió que la calidad e inocuidad de los ingredientes de los piensos, por ejemplo, no solo garantiza la inocuidad alimentaria sino que reduce costos de producción, aumenta la consistencia del alimento y mejora la salud animal. Por lo tanto, se evalúan los piensos y sus ingredientes según los Principios de Análisis de Riesgos del Codex Alimentarius y se debe proporcionar la información adecuada para garantizar el uso y almacenaje adecuado.

La sanidad, el bienestar y la calidad de vida comenzaron a ser los ejes y Chile avanzó con el Decreto Supremo Nº 307 de 1979 y con las modificaciones introducidas por los decretos N ° 302 de 1980 y 79 de 2006. Frente a las exigencias cada vez mayores del entorno global, nuestro país ha vivido una creciente armonización con la normativa internacional.

Calidad e inocuidad de las materias primas para la alimentación de cerdos

Estamos presentes en los cuatro segmentos de la nutrición animal y todos ameritan altos estándares de calidad e inocuidad, las raciones de soja y maíz destinadas a la elaboración de alimentos balanceados para cerdos, por ejemplo, cuando son confeccionadas con materias primas de baja calidad suelen presentar hongos toxicogénicos que pueden generar toxinas fúngicas, micotoxinas que reducen el desempeño en animales de engorde y de reproductores.

Los cerdos son muy sensibles a este tipo de toxinas que pueden ocasionar diarrea, vómito, menor ganancia de peso e incluso un aumento en el índice de mortalidad y que representan también una amenaza latente para la salud humana. 

Claves para asegurar la calidad e inocuidad de las materias primas alimenticias para la nutrición animal: caso Dicoal

En Dicoal contamos con un  sistema de calidad integrado, compuesto por principios, métodos, protocolos y procedimientos establecidos, elaborado a través de un análisis de peligro de todas las etapas de recepción, almacenamiento y despacho de las materias primas, garantizando la inocuidad y calidad de las materias primas. Nuestras claves para asegurar la calidad e inocuidad de las materias primas alimenticias para la nutrición animal son: 

1.- Sistema de aseguramiento de calidad con protocolos para el manejo correcto y seguro de las materias primas.

2.- Laboratorio de análisis de materias primas para el procesamiento adecuado de las mismas con los equipos y métodos de primer nivel.

3.- Evaluación y selección de proveedores confiables que cumplan con las normas de seguridad y calidad, estableciendo acuerdos de suministro. 

4.- Auditorías internas y externas que nos permiten inspeccionar y monitorear visualmente y permanentemente, realizar análisis y seguir de cerca la calidad e inocuidad de las materias primas. 

5.- Sistema de almacenamiento adecuado y distribución en materiales de uso alimenticio, con métodos de control y en circuitos cerrados y lugares secos, frescos y limpios.

6.- Capacitación constante al personal encargado de manejar las materias primas para que conozca las normas de seguridad y calidad con el apoyo de instituciones externas especializadas 

Este es el sistema de calidad de Dicoal y así resguardamos la calidad e inocuidad de las materias primas alimenticias.

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